Demolición por voladura controlada
La técnica de la demolición controlada que aplica Vázquez Demoliciones se basa en la destrucción de elementos críticos de la estructura, que provocan su desequilibrio y, en consecuencia, su colapso en una dirección predeterminada. En este informe se consideran los aspectos más relevantes de esta técnica.
Para producir la rotura de los elementos estructurales considerados críticos, se colocan pequeñas cargas explosivas situadas en orificios a lo largo del elemento estructural que se quiere romper; una secuencia adecuada de detonación de las cargas contribuye al colapso del edificio en la dirección elegida.
Este sistema de demolición es más aplicable a las estructuras esbeltas construidas con pilares, vigas o muros de hormigón armado, o a los edificios cuya estructura fue construida con muros de mampostería estructural de ladrillo.
Mediante la aplicación de la técnica de voladura para la demolición controlada, es posible demoler de forma rápida y económica grandes cantidades de edificios en zonas no urbanas; la altura de los edificios puede reducirse en pocos segundos, lo que permite continuar con las operaciones de demolición y retirada de escombros con equipos mecánicos convencionales y también reducir el impacto ambiental (ruido, polvo, …) en los minutos posteriores a la voladura.
Para obtener un resultado óptimo al aplicar esta técnica de demolición, es necesario conocer con exactitud la estructura del edificio que se va a demoler, saber con detalle a qué elementos estructurales se aplicarán las cargas explosivas y cuáles serán las consecuencias de su rotura para el conjunto del edificio.
Por otro lado, es necesario estudiar el entorno inmediato de la zona de trabajo para controlar las posibles consecuencias del uso de esta técnica y tomar las medidas preventivas oportunas para minimizar el posible impacto en los edificios, infraestructuras o servicios cercanos.
Normativa específica aplicable
Los trabajos de demolición mediante voladura controlada son una de las actividades que se engloban dentro del término «voladuras especiales» y, por tanto, es de aplicación lo dispuesto en el Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera y en la Ordenanza de Explosivos, especialmente en lo que se refiere a la Instrucción Técnica Complementaria I.T.C. 10.3.01 (R).
Como parte del control de las vibraciones, debemos tener en cuenta lo dispuesto en la norma UNE 23.381, que establece los límites de transmisión de vibraciones a los edificios colindantes, en función de su morfología estructural y estado de conservación.
Empresas acreditadas para realizar demoliciones especiales
Las empresas cuya actividad incluya la demolición con explosivos deben cumplir las siguientes premisas:
(1) Los estatutos de la empresa deben establecer que ésta realizará trabajos que requieran el uso de «voladuras especiales».
(2) Se debe obtener un seguro especial para esta actividad.
(3) Los empleados de la empresa deben incluir al menos un técnico minero cualificado y un artillero.
(4) Se debe disponer de equipos especiales (ohmímetro, explosivos…) para esta actividad.
Proyecto de demolición con voladura controlada
Antes de llevar a cabo una demolición mediante voladura controlada, debe elaborarse un proyecto de demolición adecuado, en el que se detallen las actividades y los detalles técnicos de los trabajos y que nos permita obtener la correspondiente autorización reglamentaria.
Un proyecto de demolición con voladura controlada debe incluir al menos las siguientes secciones:
Informe descriptivo:
-Identificación y acreditación:
- Autor del proyecto.
- La propiedad.
- Contratista general.
- Subcontratista.
- Usuario final de explosivos.
- Artilleros.
-Características constructivas del edificio.
-Sitio de trabajo.
-Medio ambiente afectado por la demolición.
Plano del sitio.
- Identificación de los edificios cercanos (características de construcción, estado y uso).
- Servicios afectados (plano, identificación/ubicación y medidas de protección).
- Informe técnico:
-Trabajo preliminar.
- Demoliciones anteriores.
- Eliminación de elementos peligrosos.
- Ejecución de cuevas y ventanas.
-Descripción de la cuña de aplastamiento.
-Perforación de los elementos a granallar.
- Ejecución de la perforación.
- Número de agujeros.
- Número de agujeros -Longitud de los agujeros
-Secuencia de disparo
-Cálculo del consumo de explosivos y detonadores
-Protección contra las protuberancias.
Normas de seguridad interna.
Estudio de salud y seguridad.
Reportaje fotográfico.
Planificación.
Procesos
Una vez ejecutado el proyecto de demolición por derribo controlado, se debe iniciar el proceso de tramitación del permiso administrativo para la realización de las obras.
El proceso se inicia con la presentación del proyecto de demolición y la solicitud de consumo de explosivos a la delegación o subdelegación del gobierno provincial donde se van a realizar los trabajos de demolición.
La Delegación o Subdelegación del Gobierno solicitará información sobre la viabilidad técnica del proyecto a la Dirección de Industria y Energía, Departamento de Minas, de la comunidad afectada. Al mismo tiempo, el Departamento de Armamento de la Guardia Civil elaborará el correspondiente informe de protección ciudadana para la viabilidad de los trabajos de demolición.
Una vez obtenida la aprobación de las tres administraciones implicadas, la Delegación o Subdelegación del Gobierno emitirá la correspondiente autorización de uso y consumo de explosivos para la actividad solicitada y en las cantidades indicadas en el proyecto.
Trabajos de demolición
Una vez obtenida la autorización para el uso y consumo de explosivos, se iniciarán los trabajos necesarios para la correcta ejecución de la demolición por voladura.
En primer lugar, los elementos del edificio sometido a demolición por voladura se demolerán (independizarán) de los edificios adyacentes por medios manuales o mecánicos, de modo que no se arrastren o golpeen partes no deseadas de los edificios adyacentes durante el volteo.
Al mismo tiempo, se llevará a cabo la retirada de los elementos que puedan salir despedidos al colapsar la estructura, como los equipos de refrigeración, la maquinaria de la cubierta, las antenas, las fachadas de carpintería, los cristales, ….
Durante la misma fase de ejecución, se derriban los «cuerpos rígidos» de la estructura, como los núcleos de escaleras y ascensores. Si estas zonas de la estructura no se eliminan, pueden provocar rotaciones no deseadas cuando la estructura se inclina, haciendo que la caída se desvíe de la dirección prevista.
Tras determinar la dirección de caída más adecuada en función de las características del edificio y de la zona circundante, se perforan los elementos estructurales donde se van a colocar las cargas para formar lo que se conoce como «cuña de voladura».
La «cuña de cizallamiento» es la parte de los miembros estructurales del edificio que debe retirarse para desplazar el centro de masa del edificio de su posición de equilibrio y hacer que el conjunto se invierta.
La parte más abierta de la cuña de cizallamiento coincidirá con la dirección en la que debemos dirigir el colapso de la estructura, mientras que la parte opuesta será el eje de colapso.
En el caso de edificios compuestos por estructuras de pilares y vigas, la cuña de cizallamiento indica la altura que debemos romper en cada uno de los pilares de la estructura; para ello se perforan agujeros en la sección marcada, y luego se colocan explosivos en ellos.
Secuencia de disparo
A continuación, se determina la secuencia de cocción para que la fractura del material de voladura progrese desde la zona de la cuña o la sección más abierta de la cuña de aplastamiento hacia el eje de caída, aumentando así el efecto de rotación en el eje de caída. La secuencia de disparo se consigue mediante el uso de microdetonadores, que alinean sus tiempos de retardo según la secuencia de disparo.
En los últimos años, se ha generalizado el uso de encendedores no eléctricos. Este tipo de encendedor permite una mayor secuencia y tiempo de disparo, así como una mayor seguridad en presencia de corrientes irregulares y campos electromagnéticos.
El explosivo se utiliza como medio para producir la fragmentación del hormigón o la mampostería. La premisa de este tipo de trabajo es el uso de pequeñas cargas explosivas, que alcanzarán sólo unos cientos de gramos, colocadas en los distintos agujeros perforados en las columnas.
Entre los explosivos comerciales, los de caucho son los más adecuados, ya que tienen un alto poder de rotura, un pequeño calibre de detonación y la posibilidad de cortar los cartuchos para formar las cargas necesarias.
Por último, es necesario instalar los elementos de protección contra proyecciones, que deben cumplir una doble función: permitir la salida de los gases de la explosión y retener los fragmentos que puedan ser expulsados. Para ello, se instalarán rejillas galvanizadas y lonas para cubrir los elementos que se van a chorrear.
Como medida de seguridad adicional, se informará a los vecinos del día y la hora de la demolición y se les aconsejará sobre las medidas que deben tomar para protegerse. Asimismo, en colaboración con las autoridades locales, se impedirá la circulación de vehículos y personas en las calles adyacentes a la zona de trabajo durante el tiempo de voladura y hasta que se compruebe que los trabajos se han realizado correctamente.